La industria del calzado está en puertas de sufrir un cambio radical, tanto en la fabricación como en la comercialización. Y The Open Shoes va a impulsar este cambio con todas sus fuerzas. Con este proyecto pasaremos a una forma lógica de concebir el calzado.
Tecnología de impresión 3D
El avance de la tecnología de impresión 3D nos está aproximando al momento en que una gran parte de esa fabricación va a pasar de ser controlada por los actuales fabricantes a estar en manos de los distribuidores o incluso de los usuarios. Esto no significa la desaparición de la industria del calzado, sino su adaptación a los nuevos tiempos. Seguirán existiendo, pero su producto no será el calzado como lo conocemos actualmente, sino lo que podríamos denominar carcasas. Y a su vez, las carcasas se adaptarán a las entresuelas impresas. En el proceso deben implicarse las administraciones públicas, por su efecto beneficioso para la salud. Y también deberían hacerlo organizaciones de tipo ambiental, por cuanto tiene el proyecto de eliminación del derroche de recursos naturales.
Los actuales comercios de calzado deberán adaptarse, dotándose de impresoras 3D como un elemento esencial e imprescindible.
Las entresuelas The Open Shoes cumplen una serie de características de comodidad y bienestar: distribuyen la presión del cuerpo en la planta de forma adecuada, evitando las presiones que el calzado convencional genera, principalmente en talones y metatarsos; absorben los impactos, evitando que repercutan en articulaciones y espalda; hacen trabajar los músculos necesarios, evitando su atrofia; y, en fin, promueven una forma natural y saludable de caminar. Y además tienen otras características como las de ser cómodas, resistentes, antialérgicas…
La idea de calzado de bienestar no es nueva. Con mayor o menor éxito, diversas empresas han venido desarrollándola desde hace más de 50 años. La mayoría, con más intuición que estudios científicos, ha ido colaborando a que se empiecen a relacionar los conceptos de bienestar y calzado.
Salud y medio ambiente
En la actualidad, los pocos modelos existentes tienen tres principales problemas: su elevado precio; su estética, que choca con la del calzado habitual, principalmente por el uso de grandes entresuelas a la vista; y el ser un calzado con características muy universales, es decir que personas con anchos de pie no habituales, con peso excesivo o escaso o con otras características, no encuentran en ellos la solución a sus problemas.
Esas tres desventajas son corregidas en el proyecto The Open Shoes: las entresuelas serán personalizadas según las características físicas del usuario; el coste se reducirá, no sólo porque parte del proceso lo podrá realizar el propio usuario, sino porque bastará con contar con un único juego de entresuelas para todo el calzado del que se disponga (lo cual, por otra parte, tiene un componente ecológico, por cuanto supone un ahorro de materia prima); y la estética es otra de las ventajas del calzado modular, ya que, al ir la entresuela colocada en el interior, la parte visible podrá asemejarse más al aspecto al que estamos acostumbrados.